enero 16, 2010

Snow

Todavía no me había recuperado del inicio de nuevo año, cuando tuve que regresar al ciclo escolar. O algo parecido.
La gran verdad, es que apenas estaba por preguntarle a mi cuerpo y mente si estaban preparados para volver, a sacrificarse un poco. Pero como siempre, con tanta prisa, olvide tomar su opinión en cuenta. Es un sentimiento extraño, estoy satisfecha, y a la vez confundida. Tengo muchas ideas, pero he sido incapaz de escribirlas.
Tengo que adaptarme a un nuevo horario, que me obliga a dormir temprano. Y tengo que asimilar en que voy a ocupar el tiempo libre, después de nueve semestres, en que ese concepto ya no formaba precisamente un lugar importante en mi rutina. Lo voy a disfrutar, o mejor dicho, tengo que obligarme a eso.
Y no puedo evitar hacer alarde de un acontecimiento de este 15 de enero. Ver nieve en Zacatecas, fue tan tranquilizante, y tan espectacular. No importa todo el frío que he soportado, al fin y al cabo lo adoro. Y tampoco es relevante el hecho de que tuve que caminar treinta y cinco minutos para conseguir un taxi. Ni aún que me tuve que desviar para viajar, y gastar cinco horas de viaje cuando normalmente son dos. Ó que mis tenis quedarán empapados. Incluso si llego a caer enferma, ya me recuperaré.
Todo valio la pena. Y lo volvería a desear otra vez, todo con tal de ver esos pequeños copos, que impregnan los árboles de un llamativo color blanco.

0 comentarios:

Publicar un comentario