julio 28, 2014

¿Por qué quieres estudiar medicina?

Esa era una pregunta insistente desde la aplicación del examen de admisión.
¿Por qué? Porque me da la gana simplemente, pero esa respuesta tenía que ser camuflada por otra donde fingieras que tu mayor deseo era salvar al mundo de la enfermedad.
Y después venía un examen psicométrico, fácilmente identificable, y que observe algunas personas descaradamente intentaban copiarlo.
Es como si yo le preguntará a alguien porque la razón de su color favorito; la explicación de una decisión debería tener un aspecto más propio y no tan vacio, algo que no debería tener límite y no ser un requisito de llenar unas cuantas líneas monótonas de un papel.
En realidad eso nunca me molesto. Lo que me llego a enfadar, es que persistieran y le dieran tantas vueltas a esa pregunta, si sinceramente a nadie de los administrativos le importaba.
Estudiar medicina (y aplicable a cualquier carrera) es una fuerte decisión, algo derivado de conocer perfectamente tus habilidades y tu forma de pensar, no es que te levantes un buen día y de pronto digas “hoy quiero estudiar medicina”. Todo depende de lo que quieras lograr y todo tiene consecuencias.

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