Verdadera felicidad

Felicidad es tan fácil pronunciarla, y tan difícil de sentirla ultimamente. Pero hoy me di cuenta que estoy viva. Y que no tengo hepatitis o tuberculosis. Y que tal vez la pseudomona ahora es la forma más extensa de mi microbiota normal. Y lo más importante, mi padre sigue conmigo, tan aparentemente sano.
Debido a mi personalidad y condiciones esto fue realmente difícil y poco productivo. Esto se termina, la pesadilla que duro un año, pero que al menos me hizo más fuerte y un poco más noble. Además agradezco a todas las personas que conocí y estuvieron conmigo.
Pero que el 30 de junio no podre con tanta felicidad que tal vez se contagie. Volveré a mi forma original. La forma en la que puedo relajarme, y pensar con calma. En que no recibo ordenes, si no que soy la que las pensaré. Mi dieta volverá a ser controlada y sana. Y mis músculos y querida elasticidad volverán a ser ejercitados.
Mis rutinas, y mis horas de sueño otra vez estarán protegidas. Mis desvelos tendrán más intervalos, y serán placenteros, porque no serán para trabajar, sino para festejar.
Y otra cosa, volveré a leer libros de medicina con interés, sin repulsión o cansancio. Volveré a estudiar, por mi propia cuenta, sin tener que impresionar a nadie, yo no necesito esos trucos baratos. Volvere a mi forma autodidacta.
Soy tan feliz, ya nada puede arruinar este momento, ni volverá a destrozar mi vida.