octubre 17, 2010

Medicina Interna

Si antes me llamaba la atención, me retracto.
Eso significaría pasar por esta especialidad 4 años, en donde según percibí en el hospital, no es lo más divertido del mundo.
Que exageraciones. Eléctrólitos séricos cada hora, y gasometrías indiscriminadamente.
"Policultivar con cambio de sonda" eran las frases más odiadas, sobre todo si las escuchabas a las 3 de la mañana.
Esos pases de visita, en donde lo más importante era el jodido Sodio, y esos ventiladores que apenas funcionaban en los casos de acidosis y alcalosis, generalmente inventadas.
Y como olvidar esas historias clínicas, en donde los ingresos eran interminables, con cada detalle y para cerrar con un comentario, nisiquiera digno de Wikipedia.
Antibióticos al por mayor, en donde al final acababa ganando la pseudomona multirresistente con justa razón.
Y las enfermeras, molestas con cada gota de sangre que derramaras sobre su sabana, ¿qué es lo que esperan, si tienes que sacar sangre al menos cada 6 horas?
Creo que extrañamente sólo disfrute la terapia, muy lúgubre para algunos, pero es buena.
La mayoría de los residentes viven en su egolatría, supongo que al menos los adscritos con los que me tope, se habían olvidado de eso.
Medicina interna, nos vemos.

1 comentario:

  1. UY... ya regreso... que bueno...
    extrañaba a usted... es muy mono lo que escribe.. y me gusta...

    pues usted siempre sera linda para mi... aunque no me conozca...

    yo siempre veo su blog... y usted me agrada.,..

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